Con los rigores del verano el líquido elemento no fluye y el secarral avanza. La sequía, la sobreexplotación de los acuíferos y la falta de un caudal ecológico fijo tienen la culpa.
La historia se repite. Ha llegado el tórrido verano y el río Vinalopó ha vuelto a secarse en Elda ofreciendo la típica imagen de una árida rambla mediterránea...(seguir leyendo)