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Sax: La grafiosis arrasa decenas de olmos centenarios en el Vinalopó

La Verdad(11.08.11):

La plaga de este hongo se ha extendido en el último año y los expertos advierten de la necesidad de adoptar medidas urgentes

RAMÓN BERNABEU

Una terrible plaga está acabando con la ya escasa población de olmos que queda en la provincia de Alicante. Se trata de la temida grafiosis (Ophiostoma ulmi ), un hongo que ataca directamente al corazón del árbol, taponando y destrozando los vasos conductores por los que circula la savia, al mismo tiempo que emponzoña las hojas al difundir sus esporas tóxicas por todo el ejemplar arbóreo. Decenas de ejemplares de olmos centenarios a lo largo del cauce del río Vinalopó están siendo presa durante los últimos años de este devastador parásito que logra instalarse en los árboles gracias a la desinteresada colaboración de un pequeño escarabajo (escolítido) que transporta las fatales esporas del hongo desde los árboles enfermos a los sanos.
El coleóptero, también conocido como 'barrenillo del olmo' o 'Scolytus scolytus' en su denominación científica, se alimenta de las yemas tiernas y excava galerías entre el leño y la corteza del tronco donde deposita sus huevos. Las larvas recién nacidas roen el leño para salir posteriormente por un orificio al exterior. Los olmos afectados muestran en poco tiempo signos de la enfermedad, con un aspecto general raído y amarillento, ramas puntisecas y hojas pardas y abarquilladas.
Y lo peor del asunto es que la salvación del árbol que ha sido invadido por esta plaga es casi imposible, según explican los expertos. Por ello, el único remedio para evitar el mal es aplicar tratamientos de carácter preventivo a las olmedas sanas, protegiendo los árboles de los ataques de los coleópteros que actúan como vectores de las esporas del mortal hongo. Un árbol infectado solo tiene posibilidades de salvarse si se trata en las fases iniciales de la enfermedad y si ésta se ha propagado a través del escarabajo escolítido. Porque en el caso de que la espora se haya transmitido de árbol a árbol a través del contacto de sus raíces, el avance de la grafiosis es irreversible, tal y como asegura Javier Martínez, experto en el tratamiento de este tipo de patógenos vegetales.
Amarillean antes del otoño
La vigilancia y control del árbol también resulta muy efectiva para prevenir el mal, pues permite detectar brotes tempranos de grafiosis. El amarilleamiento de las hojas antes de la llegada de la estación otoñal es uno de los síntomas más claros. Entonces, «hay que podar las ramas afectadas para evitar su extensión, además de aplicar fungicidas en el árbol para erradicar el escolítido que transmite el hongo», sugiere Martínez. Sin embargo, los ejemplares que presenten más de un 20% de su copa afectada se consideran insalvables y deben ser eliminados con el fin de evitar que sus raíces contaminen a otros olmos cercanos. Lamentablemente, la grafiosis ha arrasado ya con numerosas olmedas repartidas por la ribera del Vinalopó.
El término de Villena conserva todavía una importante cantidad de olmos, alguno de ellos catalogado como monumental. Sin embargo, la mayoría de los ejemplares se encuentran abandonados y desprotegidos, pese a formar parte del paisaje urbano. «No se entiende que el Ayuntamiento gaste cantidad de dinero en el arreglo y poda de especies nuevas y no invierta nada en mantener olmos centenarios», señala David Molina, técnico superior en gestión de recursos naturales y presidente del colectivo Salvatierra. El edil de Medio Ambiente, José Tomás Molina (Los Verdes), ha anunciado que pondrá en marcha un plan de choque para tratar de parar la temida grafiosis. Para ello, el edil ha solicitado ya informes tanto a los técnicos de Conselleria como del Ministerio de Medio Ambiente.
En Sax, el mal está tan extendido que en el último año se han secado muchas olmedas y lo peor del caso es que el problema amenaza seriamente a los olmos monumentales que habitan en el parque de Los Príncipes. Dichos ejemplares hubieron de ser intervenidos hace 17 años para evitar su muerte segura. Afortunadamente, el Consistorio se ha preocupado de establecer un control y mantenimiento de estos árboles que dan vida a esta gran zona verde. No obstante, Martínez advierte que hay que elevar el grado de alarma y realizar urgentemente una tala selectiva en olmedas próximas afectadas por la enfermedad para evitar el contagio. Asimismo pide que se retire la grava esparcida en el suelo al resultar perjudicial para el desarrollo del árbol.
La plaga ha llegado a dimensiones tan preocupantes que desde el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino se ha establecido un plan de emergencia para toda la península con el fin de atajar el problema. La detención del mal con el cruzamiento de ejemplares de olmos resistentes a la enfermedad es una de las fórmulas aplicadas en este programa de actuación nacional que pretende recuperar las características olmedas que antaño cubrieron las vegas fluviales ibéricas y que han servido de inspiración a tantos poetas y escritores.
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